7 de marzo de 2012

DE ATENTADOS PATRIMONIALES

Publico esta entrada a colación del avance de las obras en el nuevo edificio de los Juzgados de La Laguna, expresando lo que, a mi juicio, supone un auténtico crimen al Patrimonio de Canarias

Todo comenzó con la demolición de la antigua sede de los Juzgados, de mediados de los años 70, para hacer sitio a las nuevas instalaciones. Algo que fue aceptado casi tácitamente por los laguneros, dado que la escasa antigüedad de la construcción anterior y el estilo neocanario tardío de su fachada no suponían una pérdida para el conjunto patrimonial de la ciudad.

No obstante, conforme se iba ejecutando la nueva fábrica, empezaron a levantarse las primeras reacciones de desconcierto y desagrado, que no tardaron en hacerse eco en la prensa: http://www.laopinion.es/tenerife/2011/03/27/diseno-juzgados-desconcierta-vecinos/336526.html


Y es que no es para menos: se ha sustituido un edificio que, aunque no suscitaba especial interés en nativos y visitantes, al menos no impactaba de tal manera como el que empieza a afear el entorno de la plaza del Adelantado.

Por lo que hemos podido observar, esta nueva edificación parece ser de estilo “neocontemporáneo”: perfiles que asemejan cajas de zapatos apiladas, revestimiento de acero gris (algo nada aconsejable, más aún teniendo en cuenta el clima frío y húmedo del lugar en invierno), hormigón visto (omnipresente en todas las construcciones de este estilo, dará al observador esa hermosa impresión de encontrarse permanentemente en obras), ventanales mal alineados e irregulares, y la total ausencia de cualquier elemento decorativo, configurarán y traerán a la memoria el sublime lirismo y la poesía de una gigantesca nave industrial.

Sin entrar a considerar el “tremendo esfuerzo” que le habrá supuesto al arquitecto la complejidad de semejante obra maestra, es cuanto menos curioso que se permita algo así en una ciudad

declarada Patrimonio de la Humanidad. ¿Dónde está la “zona de respeto” que estipula el hecho de poseer tal título? No estoy en contra de la arquitectura contemporánea (aunque subjetivamente tampoco le encuentro atractivo alguno); ni tampoco me posiciono del lado de los que prefieren un edificio “igual o parecido al anterior”, porque estaríamos en las mismas; pero desde luego no me parece ético ni profesional haber destrozado de forma tan salvaje la estética de la zona. Y de la ciudad, dado que la plaza del Adelantado es lo primero que se divisa desde la autovía, y por regla general suele ser el primer lugar al que acuden los visitantes.

Personalmente, y llevando a la práctica la máxima de no criticar sin proponer una solución, hubiera optado por una construcción que evitase el neocanarismo (acabaríamos por convertir la ciudad en una potemkinización, es decir, una copia actual de lo antiguo, un engaño a la vista), pero que al menos se perfilase de tal manera que no afectase estética ni físicamente al entorno, empleando cantería y/o materiales locales, adecuados y adaptados al clima, al paisaje local y a las necesidades de la población.

El contraste entre los nuevos Juzgados y el resto de edificios aledaños es fuerte y molesto a la vista desde cualquier dirección, pero se vuelve especialmente irritante cuando se contempla de frente y se aprecia la sencilla aunque bella ermita de S. Miguel, del s. XVI, y el perfil gris e industrial de esta nueva sede de Justicia.

Justicia. Es quien en esta ocasión no se ha pasado por La Laguna, y ha permitido este atentado a la historia y al Patrimonio tinerfeño (uno más que añadir a una larga lista, todo hay que decirlo). Sólo cabe esperar que la bella dama alegórica de ojos tapados no se desprenda de su venda, más que nada para que no se lleve un chasco con lo que hacemos los mortales aquí abajo.


La Justicia, Enrique Campusano

Les dejo con unas palabras de la edil de Patrimonio, Julia Dorta, al respecto de este espinoso asunto: http://www.laopinion.es/tenerife/2011/10/12/impacto visual-juzgados-efecto-optico/373749.html

¡Hasta pronto! ¡No olviden comentar!

4 comentarios:

  1. Acabo de leer esta entrada. Me muestro a favor con respecto al "atentado patrimonial" que esta nueva construcción supone en el municipio de La Laguna. Es cierto que incluso los que desconocemos, en gran medida, la arquitectura y el arte antiguos, podríamos percatarnos de que esta edificación no encaja en absoluto con el entorno que la envuelve. Lejos de consolidarse un equilibrio urbanístico en todas sus partes, este edificio(y los que aprobaron su construcción) parecen querer recalcar que "está ahí". Sería preferible que al menos pudiera pasar inadvertido o por el contrario, llamara la atención por su belleza. Pero la realidad es que lo único que estimula la contemplación es su extravagancia y discordancia con el medio. Es importante reflexionar sobre este y otros muchos "atentados" que suceden en la isla. No solo en lo referente a su arquitectura, sino hacia lo que sí está vivo: el medio ambiente. De la misma manera que este edificio promueve la decadencia del casco histórico en La Laguna, también lo hacen las cadenas hoteleras, chalets, apartamentos y demás inmundicia del "progreso" en la islas. Por si fuera poco, la incorporación de especies (animales o plantas) foráneas pone en riesgo la salud del espacio ambiental. Esto no parece suscitar tanta polémica y sin duda se cobra un precio irreparable, que no solo conlleva a un "impacto visual" (como el edificio de los Juzgados) sino al declive de la vida en el archipiélago.
    Agradezco a este blog la oportunidad de expresar mi opinión y animo a su portavoz a seguir escribiendo entradas como esta, que promueven a la reflexión y a la introspección en tiempos donde el razonamiento de las cosas ha pasado de moda.

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    1. Me parece bastante razonable lo que argumentas con respecto a otros aspectos de las Islas que sufren con estos crímenes, como es el medio ambiente, desterrado casi por completo de hermosas urbes de cemento y asfalto como Santa Cruz, o La Laguna en unos años por lo que parecen apuntar todos los indicios.
      Prefiero no saber lo que pasó por la mente privilegiada de quien decidió llenar de palmeras tropicales, ajenas al Archipiélago y que no sólo han perjudicado a la palmera canaria autóctona con enfermedades foráneas, sino que tenemos el triste espectáculo de contemplar miles de estos ejemplares extranjeros muertos o agonizantes en rotondas, avenidas y plazas remodeladas. Buscaré tiempo para redactar una entrada con la que denunciar también este desastre ecológico. Salu2

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  2. Ante todo mostrar mi total acuerdo con esta opinión, aunque para barrabasadas urbanísticas en La laguna, y para corroborar el buen comentario reseñado, al comienzo de la calle Santo Domingo en la confluencia con la Plaza San Cristóbal, donde tiene la sede la agencia tributaria, existe algo parecido a un prisma elevado sobre una de sus bases más pequeñas,que rompe totalmente con la vista histórica de todo un patrimonio de la humanidad. No se yo si esa es la finalidad misma del prisma, que tuviera la forma de una hucha, y así no hubiera forma de equivocarse a la hora de buscar el edificio donde cumplir con nuestras obligaciones fiscales. Sería cuanto menos comprensible, si el lugar donde se erige tal adefesio no ocupara el lugar donde se ubicó la primera sede de la Universidad de la Laguna, cuyo edificio se dejó en el olvido - pienso que con toda idea a juzgar por "la mejoras"- Para más inri en lo que respecta al patrimonio histórico de este archipiélago, cuya historia ha sido víctima de vilipendios por parte de personajes. Sus planes han sido y seguirán siendo ocultar, o en su defecto camuflar esa historia con el fin que los canarios no posean nexos de identidad y así poderlos dominar con más eficacia. Está claro que mientras haya defensores como el autor del comentario reseñado, les será más difícil.

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    1. Sé de qué "escultura" hablas. Lo que ocurre con estos adefesios con aparente función decorativa no es sólo que son desagradables a la vista, impidiendo la contemplación del verdadero arte popular de la arquitectura canaria circundante, sino que (y es algo que tengo más que comprobado) suelen ser de hierro dulce o algún material inadecuado a ser expuesto directamente a la humedad de La Laguna, y al cabo de unos meses o años, el metal se pudre o se oxida. De estos hay muuuchos ejemplos, sobre todo en Santa Cruz. Cuatro pedazos de hierro y acero, que se oxiden al cabo de poco tiempo, y ya tenemos el perfecto decorado "cutre - salchichero" para convertir la ciudad en un variado escaparate de chatarra.
      Salu2

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